LA DOMUS AUREA. LA EXTRAVAGANCIA DE NERÓN!!!

La doSi el Gran Incendio de Roma del año 64 dC, en que dos tercios de la ciudad fueron carbonizados, fué obra de Nerón o no, eso es algo que parece que no sabremos jamás a ciencia cierta. Según Suetonio y Dión Casio, mientras Roma ardía, Nerón estaba cantando el Iliupersis. Sin embargo, según Tácito, Nerón estaba en Antium, a 50km. de Roma.  Éste último autor nos cuenta que, para alejar de sí las culpas, Nerón acusó a los cristianos y ordenó que se los arrojara a los perros o fueran quemados vivos y crucificados.

Lo que si es cierto es que este emperador aprovechó la ocasión, que afectó también a la recién estrenada residencia del emperador Nerón, conocida como Domus Transitoria en el Palatino, para hacerse construir el palacio más ostentoso que jamás ningún rey, consul o emperador de Roma habría osado imaginar hasta el momento. Tal era el grado de extravagancia del emperador que Suetonio dijo que Nerón, al entrar por primera vez en su Domus Áurea, exclamó:

¡Bien! Ahora por fin puedo empezar a vivir como un ser humano!

NEROPOLÍS

La Domus Áurea, en realidad, formaba parte del mítico proyecto que Nerón había ideado para transformar Roma y convertirla en una nueva ciudad «Nerópolis» siguiendo el modelo helenístico a la manera de Alejandria: una ciudad de plano ortogonal con anchas calles rectilíneas y plazas, haciéndola más habitable pero, sobre todo, en donde ubicar una residencia-palacio realmente digna del amo del mayor Imperio. Esta misma ideología llevó al emperador Adriano, 60 años después,  a levantar la gigantesca Villa Tiburina, con la diferencia de que éste último lo hizo en Tívoli, a 30 km de Roma, y Nerón lo hizo en el mismo centro de la Urbs.

Domus Aúrea. Reconstrucción vista aérea del complejo dentro de la ciudad, según Katatexilux para la exposición en Roma sobre Nerón, abril-sep 2011. Al fondo el Tíber.
Al fondo, justo al lado del río parte el Circo Máximo, que flanquea la colina palatina donde se encuentran la Domus Tiberiana y la Domus Transitoria.

Se ha calculado que todo el complejo ocupaba alrededor de 50 hectáreas entre las colinas del Palatino, el Esquilino y el Celio, un área en la que no sólo se construyó el complejo palacial, sino un amplio entorno ajardinado, con bosques, parques, prados, fuentes, pabellones, glorietas y quioscos,… y un enorme lago artificial, sobre el cual, cuando se desecara años después, se construiría el Coliseo. Tan solo el palacio privado  contaba con nada menos que 300 habitaciones.

La enorme cúpula dorada, que coronaba el comedor principal, y que giraba por la fuerza del agua, no era más que uno de los muchos elementos extravagantes de la decoración: había oro por todas partes, techos estucados con piedras semi-preciosas, remates en marfil, mosaicos en suelos y techos, esculturas, …

Según los Anuarios de Tácito, Nerón mostró gran interés en cada pequeño detalle del proyecto y supervisó en todo momento a los dos arquitectos principales del complejo, Severo y Céler.En definitiva, la Domus Aurea radiaba un lujo nunca visto hasta entonces.

Terreno de Roma que pudo expropiar Nerón el año 64 d. C.

Severo y Celer diseñaron un original y, para entonces, desconcertante complejo palaciego con una separación total entre los edificios: por un lado el palacio oficial, el de las recepciones oficiales y la administración, que seguiría sobre el Palatino, emplazada en donde estuvo la Domus Transitoria; y la Domus privada, o Domus Áurea, como es conocida propiamente, sobre el Esquilino. Su concepción arquitectónica se contrapondrá al modelo de los palacios del Palatino bajo los emperadores julio-claudios o al que haría Domiciano pocos años después.

Reconstrucción de la zona palaciega residencial sobre el Esquilino con los jardines y, a la izquierda, el estanque y el foro porticado con el Coloso.
Por encima las construcciones del Palatino o palacio representativo.

Este concepción pretendía armonizar paisaje natural y la arquitectura, así pues, la parte del palacio privado, se acometió de forma escalonada aprovechando la vertiente del monte Esquilino, desde donde se ofrecia una vista espectacular del valle y de las construcciones del  resto del recinto: el foro y el estanque, entre El Esquilino y el Palatino, el ninfeo del templo de Claudio sobre el monte Celio, y el nuevo Palacio imperial representativo sobre el Palatino.

Reconstrucción del palacio residencial, según Katatexilux para la exposición sobre Nerón de abril-sep 2011 en Roma.

Severus y Céler utilizaron técnicas muy innovadoras. Nada más entrar los invitados podían maravillarse con una cascada de agua que parecía venírsele encima pero que en el último momento desaparecía por un canal a sus pies. El palacio contaba con magníficos vestíbulos y columnatas, frescos en las paredes, bibliotecas, innumerables piscinas y baños con piletas de plata surtidas de agua de mar o de distintas aguas minerales.

EL COLOSO

Se planificó el acceso al palacio a través de la vía Sacra, la más importante y ceremonial de Roma, que procedía del cercano foro republicano. La calle, ligeramente empinada por el collado de la Velia, creaba un efecto de perspectiva ascendente hacia las dependencias palaciegas de las que sobresalía una colosal estatua en bronce, de 35 mts. de alto, del dios Helios, que el emperador había encargado al escultor griego Zenodorus y que colocó en la entrada de la Domus Aurea. Plinio el Viejo (23-79), entre otros, indican que la estatua representaba al propio Nerón.

La estatua imitaba a la del Coloso de Rodas y era otra forma más de exaltación del soberano como monarca absoluto y como ser divino. Paradójicamente, éste fue el objeto que sobrevivió más años de todo el complejo puesto que todavía existía en el siglo IV aunque en otro emplazamiento. Su tamaño colosal dio nombre por extensión indirecta al Anfiteatro Flavio pasando a llamarse Coliseo.Finalmente fue destruída en el siglo IV tras una incursión de los bárbaros.

LA HERENCIA QUE NO QUISO SER RECORDADA

Tras la muerte del emperador, en el 68 dC, tan solo cuatro años después de la avanzada construcción de su palacio, la Casa Dorada se convertiría en una prueba escandalosa de los abusos de los últimos emperadores para los sucesores de las dinastías Flavia y Antonina. Por ello, sería desmantelada y enterrada, devóviendo al «pueblo» aquello que se le había arrebatado, convirtiéndo los terrenos en espacios públicos. Sobre el lago, Vespasiano construyó el Anfiteatro Flaviano (Coliseum), los Baños de Trajano y el Templo de Venus y Roma también ocuparían este nuevo estrato.

En un plazo de 40 años, la Domus Aurea había desaparecido completamente de la superficie, pero paradójicamente esto hizo que sobreviviera el paso de muchos siglos, principalmente sus frescos, ya que la ausencia de humedad y de contacto con la interperie han permitido su conservación.

A finales del siglo XV, un paseante cayó por una grieta en el monte Oppio (una de las estribaciones de la colina Esquilina) bajo las ruinas de las termas de Trajano,  y descubrió unas “grutas” fascinantes, llenas de pinturas y colores que despertaron la pasión de artistas renacentistas como Rafael, Miguel Ángel y Pinturicchio. Las decoraciones murales descubiertas entonces fueron la inspiración del motivo de grutescos (a palabra grutesco deriva de gruta, en alusión a las ruinas subterráneas de la Domus) que se hizo habitual en el Renacimiento. Artistas como Rafael o Giovanni de Udine asimilaron este estilo y lo aplicaron en construcciones como la Loggia de la Stufetta del Cardinal Bibbiena en el Vaticano o a la Villa Madama, persiguiendo la completa imitación de lo antiguo. En los siglos siguientes prosiguieron las incursiones y personajes como Casanova y el marqués de Sade las visitaron dejando grafitis con sus nombres en la misma pared, a pocos centímetros uno del otro.

Frescos en la Domus Aurea

RESCATANDO EL PASADO

No sería, sin embargo, hasta la segunda mitad del siglo XVIII, con el impulso de los amantes del neoclasicismo, en que se empezaría a investigar sobre estos restos, atribuyendo aquellas dependencias con certeza a la legendaria Domus Áurea de Nerón. Las excavaciones rigurosas y el interés por los espacios arquitectónicos no vendrían hasta el siglo XX, cuando de entre los escombros aparecieron nuevas salas del patio pentagonal entre 1912-14 y, más tarde, tras la Segunda Guerra Mundial hasta nuestra época en que se continuan las excavaciones en la zona oriental. Desde los años 80 se ha reactivado las excavaciones en otras zonas del complejo y muy recientemente ha habido grandes descubrimientos en la zona entre el Coliseo y el Palatino.

Lo actualmente excavado en la Domus Aurea ha liberado hasta un frente de 250 metros de largo por 60 de profundidad, pero se calcula que el edificio aún se extendería en fachada otros 150 metros más hasta completar los 400 metros. Sólo se conserva la planta baja, que debió considerarse óptima para cimentar las termas de Trajano, construidas encima y gracias a lo cual debemos su salvación. El piso superior, en cambio, fue destruido. Los arqueólogos creen que a través de ese piso se accedía desde los jardines que se extendían por el lado norte. Posiblemente formara parte también del conjunto, como zona de baño de palacio, las conocidas como termas de Tito, así conocidas a ser terminadas en época de este emperador.

Planta y reconstrucción del edificio de palacio residencial.

Se ha excavado unas dos terceras partes del edificio, que ha dejado al descubierto unas estructuras en relativo buen estado, aunque despojadas de los materiales más lujosos, como mármoles y mosaicos, destacando la utilización del sistema abovedado para cubrir todos los espacios con bóvedas de cañón, bóvedas de arista y  cúpula.

Aunque ha estado abierta al público durante algunos periodos, los problemas de humedades y el peligro de desprendimientos, junto con lo elevado del coste de reparaciones, hicieron que durante mucho tiempo estuviera cerrada al público. El pasado año el gobierno invertirá la suma de 60 millones de euros y, previa visita, en el parque del Monte Oppio se podrá visitar lo que se conserva de la Domus Aurea: la espectacular Sala Octogonal, la Sala de Achille a Sciro y muchas otras paredes con frescos. La temperatura es de unos 10° C y el nivel de humedad es de casi 100%… por lo que convendrá abrigarse.

Termas de Trajano, en la capa inferior estaría la Domus Aurea

Fuentes:

La Domus Aurea de Nerón

Domus Aurea

LA DOMUS ÁUREA. EL PALACIO IMPERIAL DE NERÓN A MANERA DE VILLA SUBURBANA. Primera parte.

4 comentarios en “LA DOMUS AUREA. LA EXTRAVAGANCIA DE NERÓN!!!

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