Las locuras del emperador: «Calígula y sus fabulosos barcos»

De este emperador se han dicho multitud de cosas y casi nada bueno. No por nada Suetonio, en su célebre libro Vida de los Doce Césares, hace un decisivo quiebre al terminar la primera parte: «Hasta ahora hemos hablado del hombre; hablemos ahora del monstruo«.

Escultura del emperador. Museo Arqueológico Nacional, Nápoles.

EL MAQUILLAJE DE LAS MATRONAS EN LA ANTIGUA ROMA!

Hace algún tiempo os contábamos cómo era la indumentaria de las Matronas romanas, y hablamos de «matronas» puesto que eran las mujeres que pertenecían a las mejores familias, a las de las clases altas.  Si bien, como en todas las sociedades, la moda era muy similar en todos los estratos, lo que cambia realmente es la calidad de los tejidos, de los cosméticos, los perfumes, … La mujer romana llegó a un nivel de refinamiento especial tanto en la ropa, las joyas, ornamentos en el calzado y en las distintas prendas que evidentemente lograban distinguir a las mujeres patricias de las plebeyas, aunque también hubo plebeyas ricas que se lo podían permitir.

Esta vez, le toca el turno al maquillaje y la estética, y es que las romanas eran también muy coquetas, máxime cuando mayor fue siendo la influencia de Grecia y de Oriente.  Ir peinadas a la última moda, llevar joyas  en los brazos, dedos, cuello y la cabeza, llevar un elegante vestido de de los mejores tejidos, … Las mujeres romanas utilizaron una gran variedad de cosméticos y maquillaje, incluyendo bases, sombras de ojos, esmalte de uñas, delineadores de ojos, máscara para las pestañas, colorete y carmín para los labios; y también perfumes y tintes para el cabello. Sigue leyendo

Los nombres en la Antigua Roma. ¡Dime cómo te llamas y te diré quien eres!

Así es, en la Antigua Roma, como en muchas otras civilizaciones, el nombre era parte fundamental de la persona que lo portaba. De hecho, a través del nombre de un ciudadano romano se podía conocer no sólo a qué familia éste pertenecía, sino también a qué sub-rama de dicha familia, lo cual era distintivo en muchos casos de su estatus social.  También gracias al nombre podríamos saber sus logros militares, méritos y otras muchas anécdotas. Vamos a explicarlo!!

Para empezar debemos saber que el nombre no era otorgado el día del nacimiento de la criatura sino, generalmente, unos ocho ó nueve días después.

LA CEREMONÍA DEL SUBLATVS (1)

En Roma, cuando un niño nacía existían una serie de rituales previos a la concesión del nombre que eren realizados en el ámbito del hogar. Nada más nacer, el bebé era depositado a los pies del padre, si éste lo levanta y aprieta entre sus brazos (libellum tollere), el niño queda vinculado a la familia y se convierte en heredero.

Festum Alonis VII - Vilamuseu

Un momento de Festum Alonis VII: el reconocimiento del pequeño Lucius (Pau) por su padre (Decimus) y el momento que lo entrega a su madre (Gemina Minor). Lucius se portó de 10. Como anécdota, la pareja se casó por antiguo rito romano en Festum Alonis IV.

Tras ello, tenía lugar varias ceremonias, entre ellas el paterfamilias (cabeza de familia, en sentido extenso)  elebaba una  súplica dirigida a los dioses domésticos (Lares) ante el lararium (altar dedicado a los dioses Lares que protegen el hogar). Entonces el paterfamilias lo presenta a los familiares y amigos. Finalmente lo entrega a la madre en su seno, para que le dé de mamar. En la casa se cuelgan entonces coronas de flores sobre el dintel de la puerta.

EL DIES LVSTRICVS (1)

Pero la incorporación definitiva del niño llegará a los ocho días del nacimiento, si era niña, o a los nueve días si era niño, con la ceremonia del dies lustricus.

Ésta comienza con una ceremonia de purificación (lustrare): la persona más anciana de la familia (da igual hombre o mujer), hace los votos en nombre de todos. Coge al niño de la cuna y con el dedo medio de la mano derecha humedecido con saliva le limpia la frente y los labios, para alejar el mal de ojo. Lo mueve entre las manos, implorando que el niño o niña acuda a los campos de Licinio, a los palacios de Craso (lugares caracterizados por el lujo) y suplica que personajes muy importantes lo deseen como yerno o como nuera, y que se lo rifen las mozas y mozos y que por donde vaya, crezcan flores.

Svblatus Vilamuseu Hispania Romana Festum Alonis VII

Terentia Gemina Minor pidiendo a los dioses Lares por su hijo Lucius. Compartimos esta magnífica foto de David Revenga tomada durante el Festvm Alonis VII de Vilamuseu.

Durante el Festvm Alonis VII, de la mano de Vilamuseu y la asociación cultural Hispania Romana, a la que tengo el honor de formar parte, en esta ceremonia se pronunciaron estas palabras:

“Dioses Lares, que el pequeño Lucio acuda a los palacios de Craso, que el emperador César Augusto lo quiera por yerno, que se lo rifen las jóvenes y que crezcan flores bajo sus pies”

Tras ello, se les imponía la bulla. Es una cápsula de cuero o metal que se anuda al cuello como amuleto para alejar las amenazas, y especialmente el mal de ojo.

Y llegamos al momento que nos ha traído: si el bebé era varón se le imponía entonces el praenomen, el primer nombre masculino; aunque no se llevará públicamente hasta la toma de la toga viril, a los diecisiete. Finalmente se realiza una comida familiar que simboliza la incorporación del recién nacido a la familia, y se produce la visita de amigos.

Ese día se hacía un sacrificio a Juno Lucina, diosa de los nacimientos, en un altar.También se depositaba una moneda en el templo de Juno Lucina, también llamada con el nombre griego de Ilitia, en la colina del Esquilino en Roma.

ORÍGENES y ADICIONES 

Al inicio del período mitológico romano, las personas se identificaban por un nombre, como Rómulo y Remo, pero en el principio de la República ya se contaba con un nomen y un praenomen.

Luego se añadía la filiación, es decir, se decía el padre y abuelo de la persona mediante la abreviación del praenomen y la abreviación de la filiación (F por filius, etc) En algunos casos se llegaba hasta el abuelo, abreviándose nepos como N; en caso de tener que aludir al bisabuelo se incluiría la abreviatura de su praenomen más PR de pronepos. Así, Julio César se escribía: Gaius Julius Caesar C. F. C. N., es decir, Gayo Julio César hijo de Gayo, nieto de Gayo.

Adicional a esto se incluía la tribu, es decir el barrio, al que la persona pertenecía. Esto no era por herencia sino era una referencia geográfica para saber en qué tribu de voto se incluía.

ESTRUCTURA DE LOS NOMBRES ROMANOS

Ésta era ciertamente muy distinta a la nuestra. Normalmente, un nombre romano de un hombre libre se componía de tres partes:

  • Primero iría el praenomen o nombre de pila. Eran solo unas pocas decenas por lo que se repitan muchísimo. Los más habituales en hombres eran Cneo, Lucio, Cayo, Tiberio, Tito, Publio y Marco; y en mujeres Cornelia y Livia.
  • luego el nomen o apellido, que indicaba de la gens (familia) o linaje,es decir, el nombre del clan del que se procedía. Los nomen eran muy diversos: Cornelius, Tullius, Domitius, Claudius, …
  • y el cognomen, en tercer lugar, en un primer momento fue el apodo que recibía cada uno de los hijos, pero que con el tiempo pasó a distinguir las distintas ramas de la gens. Los cognomen eran a veces descriptivos, como en el caso de Nerón, cuya familia paterna era Ahenobarbus, que significa “con la barba de bronce” (pelirroja). Muchas veces aludía a un defecto físico, por ejemplo, Valgus=zambo,
    Scaurus=cojo, Varus=patituerto, Luscus=bizco…  Se podían cambiar a lo largo de la vida y añadir sin límite.

Nombres_romanos

De ese modo, un nombre romano completo adoptaría una forma como Publio Cornelio Escipión, es decir, Publio de la gens Cornelia de la rama de los Escipiones;Cayo Julio César: Cayo de la gens Julia de la rama de los Césares.

Pero ya hemos visto que también se solía añadir la filiación y la tribu previo al cognomen. Lo entenderás mejor con el siguiente ejemplo de nombre de un ciudadano romano con todos los datos que hemos aludido. Se trata del ciudadano romano que nosotros conocemos como Cicerón.

M(arcus) TVLLIVS M(arci) F(ilius) COR(nelia tribu) CICERO
Marco Tulio, hijo de Marco, de la tribu Cornelia, Cicerón

Marcus=praenomen
Tullius=nomen
Marci Filius=(hijo de Marco) filiación
Cornelia tribu= de la tribu Cornelia
Cicero=cognomen

Epigrafía

Estela funeraria C(aio) * FLAVIVS* C(aii)*F(ilius)*PAP(iria) SABINVS

La estela también añade la fórmula común  H(ic) S(itus) E(st) S(it) T(ibi) T(erra) L(evis)      

Vayamos por partes:

Los Praenomina

El uso más importante del praenomen era aclarar cuál de los hijos era el primogénito, pues era quien generalmente, heredaba el praenomen. Por otro lado, Quinto, Sexto Décimo, Póstumo, etc, indicaban la sucesión en la familia. También podía tener conotaciones sobre su naciomiento, así Lucio significaba ‘nacido de día’; Manio, ‘nacido en la mañana’. Al contrario que hoy día, el praenomen solo era utilizado para referirse a la persona en el contexto puramente familiar o de gran amistad. Prenomina_y_sus_abreviaturas Funete: Wikipedia

En realidad no había muchos praenomina, sólounas pocas decenas que se abreviaban con letras o iniciales:  Aulus (A.), Gaius (C.), Gnaeus (Cn.), Sextus (Sex.), Decimus (D.), Quintus (Q.)

Algunos eran exclusivos de ciertas gens o clanes- y no se utilizaban por otras. Estos praenomina son:

  • Kaeso y Numerius eran usados por la Gens Fabia
  • Appius por la Gens Claudia
  • Mamercus por la Gens Aemilia

Los Nomina
Es el equivalente a nuestro primer apellido, que pertenecía a todos los relacionados con una gens, tanto fuesen romanos patricios o plebeyos, al que se pertenecía, por lo que en muchos casos indicaba el rango social en Roma.

Terminaba originalmente en -ius, sufijo conservado con devoción por las familias patricias. Ejemplos de nomina son: Julius (Julii) -siendo Julius el singular y Julli el plural-, Pompeius (Pompeii), Valerius (Valerii), Decius (Decii), Furia (Furii), etc.

Hace referencia al primer antepasado común del clan y en el caso de algunas familias romanas patricias éste podía remontarse a los primeros pobladores de Roma e incluso más atrás, como la gens Iulia, a la que perteneció por linaje Cayo Julio César y por adopción el emperador Augusto, cuyos miembros decían descender de Julo Ascanio, el hijo de Eneas, nieto de la diosa Venus y el mortal Anquises. Ejemplo de algunos nomina de personajes romanos más o menos ilustres son:

Nomen

El nombre de la gens era el nomen en femenino (Albanius pertenece a la gens Albania, Antonius a la gens Antonia, Valens a la gens Valentia, etc) y los miembros podían ser designados con el nomen en plural: los Albanii son los miembros de la gens Albania, los Antonii lo son de la gens Antonia, los Valentes pertenecen a la gens Valentia…

Este nombre de familia era el que se usaba en la mayor parte de las circunstancias, en el caso de las mujeres porque era el único que poseían y en el caso de la mayoría de los ciudadanos porque carecían de un tercer nombre, cosa que sí poseían los ciudadanos patricios (aristócratas).

Los Cognomina

Era un segundo nombre familiar e indicaba la familia directa a la que se perteneciera dentro de la gens. Por ejemplo Gaius Julius Caesar y Flavius Julius Valens pertenecían a la misma gens, la Julius -IVLII-, pero uno pertenecía a la rama de los Caesar y el otro a la de los Valens. Normalmente el cognomen tenía que ver con una característica o atributo físico, a modo de apodo, del que iniciara esta rama de la familia y que sería heredado en forma directa a sus descendientes, así encontramos ejemplos como Estrabón, ‘bizco’, Rufo, ‘pelirrojo’ o César, ‘velludo’ (algo irónico si tenemos en cuenta que uel gran complejo de César era su calvicie).

Aunque no se puede atestiguar cuándo comenzaron a utilizarse, es en el año 100 a.C. en que se constatan de manera formal al aparecer en documentos oficiales y legales.  Anteriormente a ese período, es normal encontrar ciudadanos de importancia sólo llamados por un praenomen y nomen. Los que poseían tres nombres en esa época generalmente era producto de una agnomina -un nombre honorario- y no de un cognomen real.

A partir de ahí,  la posesión de tres hombres, generalmente pero no siempre, indicaba que se trataba de miembros de la aristocracia o de la alta sociedad. Es por esto que hombres importantísimos, pero de origen humilde, como Gaius Marius o Gnaeus Pompeius solo tenían un praenomen y un nomen. No obstante, cuando un plebeyo se convertía en un «nuevo rico» o un político o militar destacado, podía obtener un cognomen adoptivo. Como por ejemplo Gaius Marius cuando toma el cognomen de Caesar al contraer matrimonio con la tía de Julio.

Agnomina y cognomen ex-virtue

  • Aparte del tria nomina, existián los agnomina, que tenían carácter honorífico. Este cuarto nombre (agonomen) se obtenía por alguna hazaña o característica de algún miembro de la familia, como Torcuato‘el que ganó una torques’; Asiático por triunfar en una campaña en Asia; africano por vencer en África (así encontramos a Publius Cornelius Scipio Africanus), … y diferenciaba aún más una subrama familiar de otra.

No solía ser transferible o hereditario, sin embargo existiron algunas excepciones, así como el caso de la hija de Escipion el Africano -la madre de los mismísimos hermanos Graco- que era conocida como Cornelia la Africana. Sin embargo, sus hijos no lo heredarían. Un agnomen, en caso de ser heredado, no tenía una larga vida y se disipaba a las pocas generaciones. Sin embargo, había casos especiales donde la familia no tenía un cognomen, por lo tanto se convertía al agnomen en cognomen y se seguía utilizando indefinidamente.

  •  A veces se obtenía también un nombre adicional llamado cognomen ex-virtute, que era a menudo concedido por aclamación a un gran estadista o general victorioso, como Gnaeus Pompeius Magnus. Dicho agnomen no se heredaba.

Uno de los casos más curiosos de estas características es el que se asocia con Trajano cuyo nombre llegó a abarcar hasta 17 apelativos, entre nombre y títulos diferentes, que se añadieron al Marcus Ulpius Traianus original:

Imperator-Caesar-Divi-Nervae-Filius (hijo del divino Nerva)-Marcus-Ulpius-Nerva (su mentor y protector)-Traianus-Optimus-Augustus-Fortissimus (títulos honoríficos)-Princeps-Germanicus-Dacicus-Parthicus (vencedor de aquellos enemigos)-Maximus.

DESIGNACIÓN Y USO DEL NOMBRE

Ya hemos visto que el praenomen se utilizaba en el ámbito más privado, si bien entre amigos solía también utilizarse una combinación del praenomen y el nomen, por ejemplo Marco Antonio se referiría a a César como Gaius, o Gaius Julius.

Y en la vida cotidiana, entre comerciantes y negocios, entre colegas y compañeros sería el cognomen lo que se utilizaría. Pero si se carecía de cognomen, se utilizaría el nomen para designar a la persona,  tal como ocurría en la República antigua o con los plebeyos.

Finalmente, cuando se hablaba en un ámbito estrictamente formal, como por ejemplo las sesiones del Senado, generalmente se referían a la persona por sus tres nombres, es decir, su tria nomina.

La adopción

Cuando un romano era adoptado por otra persona, algo muy común en Roma, recibia su nombre al que añadía su antiguo nomen transformado en adjetivo con el sufijo -anus. Así, cuando Octavio (el futuro emperadod Augusto) nacido bajo el nombre de Cayo Octavio Turino (Gaius Octavius Turinus), fue adoptado por su tío abuelo Julio César en su testamento, en el año 44 a. C.  pasó a llamarse Cayo Julio César Octaviano (Gaius Iulius Caesar Octavianus)

LOS NOMBRES DE LAS MUJERES ROMANAS

Las mujeres normalmente recibían el nombre de la gens familiar,  Con el tiempo, muchas mujeres adoptaron el cognomen o apellido de la rama familiar, por ejemplo Pompeya Magna.

Las mujeres, en la República,  generalmente solo recibían un nomen, que era la versión femenina del nomen paterno, lo que daba lugar a muchas confusiones. Así encontramos con que las mujeres de la gens Cornelia se llamarían todas ellas Cornelia. Para distinguirlas se les otorgaba un cognomen a base de números ordinales como Prima o Tercia, o los comparativos Mayor y Menor, o sufijos diminutivos como -ila: Livila, de la gens Livia. Pongamos un ejemplo para comprenderlo mejor: la hija de un Julius se llamaría Julia, pero si hubiera una segunda hija la mayor se llamaría Julia Maior y la menor Julia Minor; y en caso de que nacieran más hijas se llamarían Julia Prima, Julia Secunda, Julia Tertia.

Cuando alguien externo a la familia se quería referir a una mujer,  lo haría indicando el posesivo del cognomen paterno (o del nomen si el padre carecía de cognomen), en caso de estar casada seríe del del esposo. Es así que para referirse a la hija de Gaius Julius Caesar se le llamaría Julia Caesaris, es decir Julia de César.

A finales de la República y durante el Imperio el status y consideración de las mujeres irá mejorando, lo cual se evidencia también en el nombre. Así, uno de los cambios es que las mujeres pasarían, junto con el nomen, a heredar también el cognomen paterno en su versión femenina. Un ejemplo clásico lo encontramos en la primera Emperatriz Romana, Livia Drusilla, quien era hija de Marcus Livius Drusus.

Otro cambio de gran importancia, que comienza con Augusto y prosigue por todo el Imperio,  consistirá en que el nombre de la mujer va a reflejar sus conexiones familiares más importantes, incluso aunque se case. Así pues, si la mujer había sido hija o nieta, digamos de un Emperador o un hombre distinguido, su nomen no cambiaría por el de la gens de su marido al contraer matrimonio. Por ello, al igual que hacían los hombres, podrán tener reflejado en su nombre la importancia de su linaje (pero con la ventaja que si se casaba con un hombre de linaje más distinguido podría cambiar su nombre y ganar más status). Esto mismo se refelja en Julia (la hija del emperador Augusto), quien se casó con Marcus Vipsanius Agrippa, y a cuya primera hija se la llamará Julia y no Vispasiana, ya que el nomen de la gens Julia era de mayor prestigio que el de Vispasianus.

Esclavos y libertos

Un esclavo podía tener un nombre dado por su dueño con el sufijo –por, reducción de puer, o si había sido capturado recientemente, podía conservar parte de su nombre antiguo. El esclavo lleva un único nombre al que puede seguir la abreviatura SER=servus/serva. También puede aparecer en genitivo el nombre de su dueño o dueña.
En el caso de que sea un esclavo colectivo aparece el nombre de la institución que es su
dueña.

EVTYCES OCTAVIAE SER(va)
Eutyces, esclava de Octavia 

collar_esclavo_romano

Collar de un esclavo con su nombre y a quien había de ser devuelto en caso de fuga.

Si el esclavo se convertía en liberto, éste tomaría el praenomen y nomen de su patrón (si su dueña era una mujer, tomaría el praenomen y nomen del padre o esposo de la misma), dejando su antiguo nombre como cognomen. Por ejemplo si el patrón del liberto fuera Gaius Julius Caesar y su esclavo Vesto, al transformarse en liberto pasaría a llamarse Gaius Julius Vesto. Un ejemplo es el escritor Livio Andrónico que fue el pedagogo de los hijos de la gens Livia. Cuando sus dueños le concedieron la libertad, adoptó el nomen de Livio conservando como cognomen su antiguo nombre de esclavo: Andrónico. Esto no indicaba que el liberto se volviera un ciudadano de pleno derecho, ya que carecería de indicación de tribu de voto en su nombre, por lo que seguiría dependiendo de su familia en condición clientelar.

En el caso de la mujer liberada tomaría la versión femenina de su dueño o dueña de praenomen y como nomen su nombre de Liberta.

inscripción_de_una_liberta

Estela de una liberta de profesión Ornatrix

Para aprender más, os dejo el vídeo de uno de los socios de Hispania Romana en su charla sobre el nombre romano celebrada en el Festum Alonis de 2020, durante el confinamiento por el Covid-19.Nombres_romanos_Festum_Alonis_VIIII

BIBLIOGRAFÍA Y WEBGRAFÍA

Nova Roma – Eligiendo un nombre romano
Arqueohistoria – Los nombres de los antiguos romanos
Imperivm Romanvm – Los nombres romanos
Almacén de Clásicas – Los nombres de los romanos
http://www.culturaclasica.com/colaboraciones/lillo/taller-epigrafia-latina.pdf

NOTAS:

1- Fuentes: Asociación Hispania Romana y Vilamuseu.

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CONTAR LOS DÍAS, UNA TAREA NADA FÁCIL EN ROMA!!

Desde la antigüedad hemos tenido una gran preocupación u obsesión de controlar el tiempo. Para las antiguas sociedades agricolas, la división del tiempo permitió «predecir» las épocas de los diferentes cultivos, los períodos en que el ganado diera su cría o la fecha de floración de los cultivos frutales.

Podemos afirmar que fueron Roma y Grecia las que crearon una división del tiempo tan eficiente y útil que aún hoy, milenios después, se sigue utilizando uno de estos sistemas. Tal es así que hace algún tiempo dedicamos un artículo a estudiar la historia del Calendario, desde Roma a Nosotros en donde veíamos la transformación del calendario Soli-lunar en el calendario Juliano, el cual es la absoluta base del calendario Gregoriano que utilizamos los Occidentales hoy en día. Sigue leyendo

Clodia, la rebeldía hecha mujer!!

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Catulo leyendo sus poemas en casa de Lesbia – Sir Laurence Alma Tadema

Clodia – forma “plebeya” de su nombre patricio, Claudia Metela –, aunque seguramente escandalizara a las matronas más conservadoras de su tiempo, ha dejado huella en la historia por varias razones, sin embargo las más de las veces éstas no fueron favorables para ella. La primera precisamente fue el haber suscitado el amor del joven poeta, Cayo Valerio Catulo, quien dándole el nombre de Lesbia (1), le dedicó versos hermosísimos alabando su belleza.  Sigue leyendo