El trágico final del Centurión apodado «Dame otro»

Si recordáis, en la entrada sobre los castigos a las legiones, en las notas hablábamos de una anécdota que Tácito nos cuenta, y es que en el año 14 D.C. las legiones del Rhin habían linchado a un centurión, apodado cedo alteram, literalmente «tráeme otro». El sobrenombre se debía a su costumbre de calentar la vara en los lomos del legionario de turno mientras pedía a gritos otro «vitis» para no perder el ritmo.

Los Anales o Libros desde la muerte del Divino Augusto —Ab excessu Divi Augusti libride Cornelio Tácito son la principal fuente historiográfica para conocer la primera mitad del siglo I d.C., la consolidación del Principado y la sucesión de intrigas de la familia Julio-Claudia. Y la fuente de tal anécdota la encontramos en el primero (I.16-30) de los dieciocho libros que componen su obra, de los que tan solo conservamos del I al VI y del XI al XVI. Sigue leyendo

LEGIONES DE ROMA, EVOLUCIÓN Y ESTRUCTURA!

El ejercito romano podría ser considerado como el mayor y más preparado cuerpo militar de la historia antigua. Un máquina de guerra bien engrasada que hizo posible la extensión de Roma a casi todos los confines conocidos de la antigüedad.

Como proclama Rómulo al descender de los cielos a Próculo Julio sobre el destino de Roma:

 «Ve y anuncia a los romanos que es voluntad de los dioses que mi Roma sea la capital del orbe; que practiquen por consiguiente el arte militar; que sepan, y así lo transmitan a sus descendientes, que ningún poder humano puede resistir a las armas romanas» (1)

La legión romana (del latín legio, derivado de legere, recoger, juntar, seleccionar) era la unidad militar de infantería básica de la antigua Roma Sigue leyendo

Animales de compañía en Egipto y la Antigua Roma!

Las razones de cómo fueron domesticados los animales son inciertas y se remontan a varios miles de años, a los origines de la especie humana. Con casi toda seguridad, los animales que ahora denominamos «de compañía» fueron domesticados para colaborar con el hombre.

La verdad es que la atracción entre hombres y perros fue mutua y casi instantánea. Los primeros vestigios de coexistencia entre ambas especies datan de hace 6 mil años en tumbas antiguas de hombres enterrados al lado de sus mascotas.

Aparentemente, entre los pueblos antiguos, podría decirse que los griegos fueron los primeros en adoptar al perro, pariente del lobo, como animal de compañía. El perro ya estaba presente en las narraciones de la mitología griega. Hades, dios de los infiernos, encargó a un perro, Cerbero, la guardia de las simas abismales para evitar que los espíritus de los muertos pudieran escapar.  También Homero en la Odisea destaca la fidelidad del perro de Ulises, Argos, ya que fue el único que reconoció a su amo cuando regresó a su patria con ropaje de vagabundo tras una larga ausencia.

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¡El origen pagano de la Navidad! Saturnales, Mitra y Sol Invictus

Como ya hemos visto en alguna que otra ocasión, muchas de nuestras fiestas cristianas en realidad tienen un origen pagano: los carnavales, la noche de San Juan, … En general, el cristianismo, como muchas otras religiones, para poder calar mejor entre la población hubo de asimilar algunas de las antiguas conmemoraciones paganas, incorporándolas a sus ritos.

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Nacimiento de Cristo – Fra Filippo Lippi

En cuanto a la Navidad (1), que celebra el nacimiento de Jesús y es época de regalos y celebraciones familiares, veremos que una vez mas «todos los caminos llevan a Roma». Sigue leyendo

Disciplina y castigo en las legiones de Roma

«Un hombre que se enrola en el ejército cambia de vida por completo. Deja de ser alguien que toma sus propias decisiones y emprende una vida nueva, dejando atrás la anterior»

Así explica el escritor Artemidoro el drástico cambio de vida que experimentaba quien se convertía en legionario romano. Lo cierto es que eran muchos los que aspiraban a emprender esa carrera, pues la vida en el ejército garantizaba comida, alojamiento y un salario que, si bien no era superior al de un trabajador libre, sí tenía la ventaja de ser fijo. Además durante el servicio, el soldado podía aprender un oficio, e incluso a leer y a escribir, y recibía asimismo mejor atención médica que la media de los demás romanos. Además, confiaba en que al licenciarse recibiría una cantidad de dinero o un terreno.

Si bien, los puestos de legionario estaban reservados a los ciudadanos, los que no lo eran podían alistarse en las tropas auxiliares con la esperanza de obtener la ciudadanía al término de su servicio.

Naturalmente, había contrapartidas: el legionario debía someterse a las órdenes de los mandos, y soportar castigos corporales e incluso la pena capital sin grandes opciones de defensa. Tampoco podía casarse legalmente, aunque en la práctica muchos soldados tenían esposa e hijos no reconocidos oficialmente.

DISCIPLINA Y CASTIGO 

 La fuerza del ejército no residía exclusivamente en el armamento y la táctica, sino también en la disciplina, es decir, en la costumbre de consentir en hacer el esfuerzo que exige el superior. Los generales imponían a los soldados largas marchas, duros trabajos y muchas privaciones y castigos cuando la obediencia se relajaba. Desde su transformación en un ejército profesional, compuesto por hombres disciplinados y eficientes, las legiones de Roma fueron la punta de lanza del Imperio.

El sistema disciplinario del ejército romano ya era severo cuando las legiones se reclutaban de entre ciudadanos ricos que servían por un sentido de lealtad al estado. Cuando el ejército se convirtió en una fuerza profesional, los castigos no hicieron sino aumentar su brutalidad. Sigue leyendo